Preocupación por la salud SRI LANKA Unos 50.000 civiles de la "zona sin fuego" del nordeste de Sri Lanka Aproximadamente 50.000 civiles están atrapados en una crisis humanitaria que se agrava en el distrito de Mullaitivu del norte de Sri Lanka, sin alimentos ni atención médica y en grave peligro de resultar heridos o morir en el conflicto que libran las fuerzas del gobierno de Sri Lanka y el grupo armado de oposición Tigres de Liberación de Eelam Tamil. La ONU calcula que más de 6.500 civiles han muerto y 13.000 han resultado heridos en los combates desde que comenzó el año. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), única agencia de ayuda con presencia permanente en la zona de guerra, ha calificado la situación de "catastrófica".
Los civiles, entre los que hay niños, corren un gran peligro, pues se encuentran atrapados y sometidos al bombardeo aéreo de las fuerzas gubernamentales de Sri Lanka y a los disparos de los Tigres de Liberación. La zona de combate inicialmente ocupaba una amplia zona del distrito de Mullaitivu, pero en febrero de 2009, en respuesta a las presiones de la ONU y de otras agencias internacionales, el gobierno creó lo que denominó "zona sin fuego", en la que se suponía que la población civil estaría segura.
Sin embargo, al haber tomado las fuerzas del gobierno lo que consideraban territorio ocupado por los Tigres de Liberación, el grupo de oposición se internó en la "zona sin fuego", que se reduce diariamente y ha quedado limitada a algunas zonas costeras de Mullaitivu. Los Tigres de Liberación han impedido a los civiles que huyan hacia zonas seguras lejos de los combates obligándolos a quedarse a punta de pistola. También los han usado como combatientes, para construir defensas y como escudos humanos.
En febrero de 2009, el CICR informó de una escalada de víctimas civiles. Según informa el personal médico de la zona, las fuerzas del gobierno disparan indiscriminadamente sobre ella, y los hospitales son objetivo de los ataques. Al haberse negado reiteradamente el acceso de ayuda humanitaria a la zona, hay gran escasez de medicinas y ha empeorado el abastecimiento de alimentos, registrándose casos de desnutrición.
En respuesta a la constante presión internacional, el 23 de abril el gobierno de Sri Lanka se comprometió a no utilizar armas pesadas en la "zona sin fuego". Sin embargo, según el personal médico de la zona, el 28 de abril hubo constantes bombardeos, y ese día ingresaron 204 heridos civiles en un centro de salud de la aldea de Mullivakkal, de los que murieron 29.
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