lunes, 13 de diciembre de 2010

El Papa, en contra de dejar que un país musulmán entre en la Unión Europea




El Papa Benedicto XVI sería responsable de la creciente hostilidad del Vaticano hacia la adhesión de Turquía a la Unión Europea (UE), según se desprende de cables de la Embajada de Estados Unidos en Roma, que ahora han sido revelados por Wikileaks.

En 2004, el cardenal Ratzinger, futuro Papa, habló en contra de dejar que un estado musulmán se uniera a la Unión, aunque en el momento el Vaticano fue oficialmente neutral en la cuestión. En ese momento, el ministro de Exteriores vaticano, monseñor Pietro Parolin, respondió diciendo a diplomáticos estadounidenses que los comentarios de Ratzinger eran en su propio nombre y no mostraban la posición oficial del Vaticano. El cable publicado por Wikileaks muestra que Ratzinger fue la voz principal detrás de la postura de la Santa Sede para asegurar una referencia a las “raíces cristianas” de Europa en la Constitución de la UE. Según los cables filtrados, el diplomático estadounidense señaló que Ratzinger “entiende claramente que permitir la entrada a un país musulmán en la UE debilitaría aún las bases cristianas de Europa”, según recoge el diario británico ‘The Guardian’.

En 2006, con Parolin trabajando para el ya Papa Benedicto XVI, el tono se enfrió en las declaraciones sobre Turquía. “Ni el Papa ni el Vaticano han aprobado la adhesión de Turquía a la UE per se”, dijo al enviado estadounidense. “Más bien, la Santa Sede ha estado siempre abierto a la adhesión, destacando sólo que Turquía debe cumplir los criterios de Copenhague de la UE para ocupar su lugar en Europa”, afirmó. En este sentido, Parolin no contaba con que Turquía fuera a cumplir con las demandas sobre la libertad religiosa que se deben satisfacer para ingresar en la UE. “Una gran temor es que Turquía pueda entrar en la UE sin haber hecho los avances necesarios en libertad religiosa, por lo que (Parolin) ha insistido en que los miembros de la UE y EEUU deben presionar al Gobierno (turco) sobre estas cuestiones”, relató el diplomático. Así, Parolin afirmó que la “persecución abierta no podría ser mucho peor para la comunidad cristiana en Turquía”.

Los cables revelan presiones del Gobierno estadounidense entre Roma y Ankara acerca de la entrada de Turquía en la UE. “Esperamos que un funcionario de alto nivel del departamento pueda visitar la Santa Sede y les aliente a hacer más para impulsar un mensaje positivo hacia Turquía y la integración”, concluyó el cable de 2006. En 2009, el embajador estadounidense informó antes de la visita de Barack Obama que “la posición actual del Vaticano es que, al no ser miembros de la UE, no tienen ningún papel en la promoción o veto de la adhesión de Turquía”. “El Vaticano podría preferir que Turquía desarrollo una relación especial antes que la adhesión”, afirmó.

Polonia como caballo de Troya
Los cables revelan que el Vaticano habitualmente ejerce influencia a través de canales diplomáticos, aunque a veces niegue que lo está haciendo. El Vaticano mantiene relaciones diplomáticas con 177 países y ha utilizado su estatus para presionar a EEUU, la ONU y la UE en un esfuerzo concertado para imponer su agenda moral a través de los parlamentos nacionales e internacionales, según la información de los cables. El homólogo estadounidense de Parolin en Roma, Brent Hardt, dijo que “el potencial de la Santa Sede para influir a los países católicos para apoyar la prohibición sobre la clonación humana”, tema sobre el que Parolin destacó su acuerdo con la posición de EEUU, además de comprometerse a apoyar plenamente los esfuerzos de las Naciones Unidas para tal prohibición.

Los cables también revelan que el Vaticano planeaba utilizar a Polonia como un caballo de Troya para difundir los valores católicos de la familia a través de las estructuras de la Unión Europea en Bruselas. El entonces embajador de EEUU ante la Santa Sede, Francis Rooney, informó a Washington en 2006, poco después de la elección del Papa Benedicto XVI, que “la Santa Sede confía en que Polonia mantenga la línea en la UE sobre la vida y la familia y sirva como contrapeso a la laicidad de Europa occidental una vez que el país se había integrado en la UE”.

El cable señala que el Papa Benedicto XVI estaba preocupado con el aumento de la distancia psicológica de Europa de sus raíces cristianas. “El ha seguido centrándose en el potencial de Polonia en la lucha contra esta tendencia. Este fue uno de los temas de la visita de varios grupos de obispos polacos en el Vaticano al final del año pasado [2005]“, declaró Rooney. “Es un tema que siempre sale”, explicó el director de Asuntos Exteriores vaticano para Polonia, el monseñor Michael Banach. “Nos dijo que las ambas partes reconocieron que era necesario que los obispos polacos ejercieran el liderazgo para enfrentar la laicidad de Europa occidental”, agregó.

El Vaticano, “activo e influyente”
En otros asuntos globales aparece el tema del cambio climático, en el que el Vaticano trató de utilizar su autoridad moral como palanca, mientras se niega a suscribir tratados formales, tales como el acuerdo de Copenhague, que requieren compromisos de presentación de informes. En una reunión en enero de 2010, el representante papal sobre cambio climático en la Secretaría de Estado Vaticano, Paolo Conversi, dijo a un diplomático estadounidense que el Vaticano “alentaría a otros países discretamente a asociarse con el acuerdo cuando se presente la oportunidad”.

El diplomático señaló que la oferta de Conversi para apoyar a los EEUU, aunque discreta, fue significativa porque el Vaticano era “a menudo reticente a comprometer su independencia y su autoridad moral por asociarse a los esfuerzos de cabildeo en particular”. “Aún más importante que la asistencia del Vaticano, sin embargo, es la influencia de la orientación del Papa puede tener en la opinión pública en los países con grandes mayorías católicas y más allá”, apostilló el diplomático estadounidense en Roma.

Por otra parte, el Vaticano mostró a los estadounidenses su voluntad socavar el presidente venezolano, Hugo Chávez, en América Latina debido a las preocupaciones por el deterioro del poder católico. En este sentido, la Santa Sede teme que el mandatario está dañando seriamente las relaciones entre la Iglesia Católica y el Estado mediante la identificación de la jerarquía de la iglesia como parte de la clase privilegiada. El encargado vaticano de los asuntos de Caribe y la zona Andina, monseñor Angelo Accattino, dijo que Obama debería llegar a Cuba “con el fin de reducir la influencia de Chávez y acabar con su camarilla en América Latina”.

En diciembre del año pasado, el asesor de Estados Unidos para Europa Occidental en la ONU, Robert Smolik, dijo que el observador del Vaticano era “siempre activo e influyente detrás de los escenarios” y “activamente influyente en los pasillos y en consultas informales, en particular en las cuestiones sociales”. En 2001, otro diplomático estadounidense en el Vaticano declaró: “La Santa Sede seguirá tratando de jugar un papel en el proceso de paz en Oriente Medio al tiempo que niega esa intención”.

Fuente: alertadigital

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