lunes, 5 de julio de 2010

Dos lenguas autonómicas más, dariya (árabe dialectal marroquí) y del tamazig,




El profesor Jahfar Hassan Yahia imparte clases de tamazig. En la pizarra aparecen palabras escritas con el alfabeto tifinag.- ANTONIO RUIZ

En Ceuta, los musulmanes empiezan a pugnar por que el árabe sea reconocido, y en Melilla lo hacen por el tamazig con la ayuda de ERC

Dos lenguas más en la España de las autonomías que se añadirían a las tres cooficiales? Todavía no, pero los musulmanes de Ceuta y de Melilla han empezado a revindicar el reconocimiento del dariya (árabe dialectal marroquí) en la primera ciudad y del tamazig, la lengua de los bereberes del norte de África, en la segunda. La mitad de los 155.000 habitantes de ambas ciudades son musulmanes.

Mustafá Aberchán, el líder de Coalición por Melilla, el partido de oposición musulmán, sueña a veces en voz alta con que "en un futuro, el tamazig acabe siendo cooficial", pero en su propuesta de nuevo estatuto de autonomía para la ciudad no ha apostado abiertamente por ello.

Mohamed Alí, que encabeza la Unión Democrática de Ceuta (UDCE), el principal partido musulmán local, ha solicitado, por su parte, el reconocimiento institucional del dariya en el futuro estatuto de autonomía de la ciudad, pero aún no en pie de igual con el castellano, "la lengua oficial de la ciudad". "No se trata de mermar su carácter oficial", insiste.

En las calles de Melilla no hay letreros en tamazig ni en sus escuelas libros de texto en ese idioma. Y, sin embargo, "hay ciudadanos españoles -cerca de la mitad de la población- de cultura amazig (bereber) que hablan tamazig como herencia y culto a sus padres y abuelos", afirma Quebdani Ben Abdellah. "No son extranjeros, no vienen de otro país, simplemente configuran la realidad intercultural de nuestra ciudad".

"Se habla el españoltamazig (...) como el spanglish que emergió en EE UU", y que consiste en un castellano salpicado de palabras inglesas, matiza Mohamed Houdou, en las páginas del diario Melilla Hoy. Sea lo que fuere, "es una lengua viva", recalca Jahfar Hassan Yahia, profesor de tamazig en la ciudad.

En las calles de Ceuta no hay tampoco ningún rótulo en árabe, "ni siquiera en la frontera con Marruecos, por la que transita una mayoría de arabófonos a los que se les da la bienvenida en la ciudad en varios idiomas, pero no en el suyo", se queja Mohamed Alí. "En la Península hay carteles en árabe para orientar a los inmigrantes marroquíes que viajan a su país en coche, pero una vez en Ceuta desaparecen", denuncia.

Más antiguo que el griego y el latín, el tamazig fue la principal lengua del norte de África hasta su islamización, en el siglo VIII, pero aún hoy día la hablan unos 25 millones de personas, sobre todo en Argelia y en Marruecos, donde el Instituto Real de Cultura Amazig (bereber) trabaja para unificar sus tres variantes regionales (Rif, Atlas y Souss). El Rif, que rodea a Melilla, es una de las zonas donde más pervive.

Posee un alfabeto propio (tifinag), aunque hoy día se escribe más bien con el latino y, excepcionalmente, con el árabe. La gran mayoría de los que lo hablan no saben leerlo o escribirlo, pero esto es secundario a ojos de los lingüistas. "Toda lengua (...) es un fuerte signo de identidad para los que la hablan, esté codificada o no lo esté", afirma el catedrático Juan Carlos Moreno Cabrera en su libro La dignidad e igualdad de las lenguas.

IGNACIO CEMBRERO.
Fuente: elpais.com

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