martes, 30 de diciembre de 2008

El ejército israelí continúa masacrando a la población de Gaza y se prepara para una eventual invasión terrestre

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El ejército israelí continúa masacrando a la población de Gaza y se prepara para una eventual invasión terrestre

* Ya son más de 300 los palestinos asesinados en los bombardeos aéreos. * Belén y Nazaret suspenden las celebraciones navideñas en solidaridad con los habitantes de Gaza. * EEUU afirma su apoyo al terrorismo israelí en el Consejo de seguridad de la ONU. * Los hospitales de Gaza carecen de medios para atender a los heridos debido al bloqueo impuesto por el Estado judío desde hace meses. * El bombardeo israelí se produce en vísperas electorales en Israel y ha sido apoyado por todos los partidos políticos en busca de votos.

MUNDO ARABE.ORG, 12/2008, Agencias

El Gobierno israelí aprobó en consejo de ministros la llamada a filas de unos 6.500 reservistas judíos en preparación de una eventual incursión militar terrestre en Gaza, para apoyar los masivos bombardeos aéreos que han causado más de 300 muertos entre la población palestina de Gaza.

Según medios sionistas, esos miles de reservistas serán preparados para atacar Gaza mediante una invasión terrestre, como hizo Israel en junio de 2006, tras la captura del soldado Guilad Shalit por la resistencia palestina.

El ejército judío ha desplegado en torno a Gaza a cientos de soldados de infantería y cuerpos acorazados ante una eventual agresión terrestre a gran escala.

El ministro israelí de guerra y responsable de la masacre de ayer, Ehud Barak, ha advertido hoy de que su ejército “profundizará y ampliará su operación lo que sea necesario”.

“Si hacen falta botas sobre el terreno las habrá”
“Si hacen falta botas sobre el terreno, las habrá”, pues el objetivo de esta operación es “cambiar completamente las reglas del juego”, dijo sonriente ayer en una entrevista con periodistas israelíes.

Por su parte, el primer ministro israelí que está siendo juzgado por corrupción, Ehud Olmert, aseguró al inicio del consejo de ministros que su gobierno manejará "con sensatez, paciencia y firmeza" su agresión contra la franja de Gaza hasta "alcanzar los resultados deseados".

El ejército Israelí continúa con sus ataques aéreos indiscriminados por segundo día consecutivo sobre la franja de Gaza. Esta madrugada se han sucedido una veintena más de bombardeos, mientras que la comunidad internacional llamaba al cese de la violencia y condenaba la masacre israelí.

El Consejo de Seguridad de la ONU pidió en la madrugada del domingo el inmediato fin de toda la violencia, ignorando que los palestinos ni siquiera disponen de medios para hacer frente a los cazabombarderos israelíes.

"Los miembros del Consejo de Seguridad expresan su grave preocupación por la escalada de la situación en Gaza y piden el inmediato fin de toda la violencia", dijo el Consejo de Seguridad. "Los miembros piden a las partes que detengan inmediatamente todas las actividades militares", agregó.

Fuentes diplomáticas dijeron que la reunión del Consejo de Seguridad fue convocada a petición de Libia, el único país árabe del Consejo. El comunicado, que fue acordado después de cuatro horas de discusiones a puerta cerrada, pide a todas las partes que atiendan "las graves necesidades económicas y humanitarias en Gaza".

El documento insta a tomar las medidas necesarias, incluida la apertura de los pasos fronterizos, para garantizar que la gente de Gaza tenga comida, combustible y suministros médicos. Desde hace meses Israel mantiene a Gaza aislada e impide la entrada de alimentos y material médico a la franja.

Ayer fueron asesinados más de 280 palestinos

Más de 280 palestinos murieron este sábado y 900 resultaron heridos en el transcurso de los bombardeos masivos de la aviación israelí contra la franja de Gaza en la jornada más sangrienta que han vivido los palestinos desde la guerra de 1967, indicaron fuentes hospitalarias. El número de víctimas puede aumentar, ya que muchas personas han quedado atrapadas bajo las decenas de edificios destruidos por Israel.

Fuentes médicas palestinas informaron que entre los muertos hay niños, mujeres y civiles, y que la mitad de los más de 900 heridos se encontraban anoche en estado grave. Los hospitales de Gaza carecen de medios para atender a los heridos debido al bloque impuesto por el Estado judío desde hace meses.

Decenas de cazas y helicópteros de fabricación norteamericana participaron en esta operación sincronizada cuyo objetivo primordial fueron las comisarías de policía en las principales ciudades de la franja, aunque algunos bombardeos se dirigieron hacia otros objetivos.

El primer ataque tuvo por objetivo una ceremonia de graduación de la Policía destinada a la administración de pasaportes y seguridad pública a la que habían acudido oficiales de alto rango. El jefe de la Policía de Gaza, Taufik Yaber, murió en el ataque junto con otros responsables y oficiales del cuerpo.

Veinte minutos después, los cazas y helicópteros israelíes sobrevolaron simultáneamente la franja de Gaza descargando las bombas en decenas de objetivos hasta 150 según los palestinos causando una carnicería que estranguló los servicios de emergencia del principal hospital de Gaza, el Shifa, y del resto de centros médicos.

Los heridos fueron trasladados a los hospitales en ambulancias y en coches particulares. Los médicos no sabían a quienes atender primero puesto que el número de heridos graves era muy elevado y se amontonaban en los pasillos de los hospitales.

La mayoría de los bombardeos se centraron en la ciudad de Gaza, pero el norte y el sur de la franja no se libraron de las bombas. Por todas partes había muertos y heridos, así como edificios reducidos a escombros que poco a poco se fueron retirando para recuperar más cadáveres y heridos.

Al no poder atacar a los escurridizos miembros de la resistencia palestina, el ejército israelí optó por atacar las comisarías que habitualmente se encargan de la seguridad pública y no participan en los actos de resistencia contra la ocupación israelí. Sin embargo, el ministro de Defensa , el laborista Ehud Barak, que participó en varias masacres contra los palestinos a lo largo de su carrera militar, calificó de "centros terroristas" las comisarías.

Con lo ocurrido ayer, culmina la tensión que surgió el 4 de noviembre, cuando Israel puso fin a la tregua de seis meses lograda bajo mediación egipcia y que hasta el día de las elecciones presidenciales estadounidenses. Ese día Israel entró en Gaza y asesinó a 19 milicianos de Hamas y otras organizaciones de la resistencia palestina.

EEUU exigió a Hamas que detenga el lanzamiento de cohetes contra Israel y a los israelíes que eviten bajas civiles. Washington no pidió al Gobierno israelí que detenga los bombardeos masivos.

Una guerra en busca del voto

Los bombardeos israelíes se producen en vísperas electorales en Israel y ha sido apoyado por todos los partidos políticos en busca de votos. Los israelíes deberán acudir a las urnas el próximo 10 de febrero para elegir a un nuevo primer ministro, que reemplace a Ehud Olmert, derribado por una ristra de escándalos de corrupción.

Los sondeos de opinión publicados esta misma semana hablan casi de un empate entre Livni, la candidata de Kadima y el ultraderechista de Likud, Benjamín Netanyahu en la oposición. En medio de un ambiente de precampaña a cara de perro han ido creciendo las voces israelíes que piden derribar al Gobierno de Hamas en Gaza que había ganado las elecciones palestinas mediante un proceso democrático.

El 4 de noviembre, Israel entró en Gaza y asesinó, a lo largo de una semana, a 19 milicianos de Hamas y otras organizaciones de la resistencia palestina, poniendo fin así a una tregua que había sido respetada por la resistencia palestina durante meses. Las organizaciones palestinas respondieron al ataque israelí con el lanzamiento de cohetes contra las localidades sionistas cercanas a la frontera con Gaza. Y a medida que los artefactos impactaban en las poblaciones del sur de Israel, los políticos judíos han competido por ver quién lanzaba amenazas más duras, ávidos de ganarse el apoyo de un electorado que en los últimos días se ha escorado en favor de los partidos de la ultraderecha.

La escalada verbal terminó ayer con el mayor bombardeo a la franja desde que Israel ocupó el resto de Palestina en 1967. Y lanzó de paso un claro mensaje a la Casa Blanca, preparada para recibir a su nuevo inquilino, Barak Obama. Un mensaje de hechos consumados procedente de un país que durante la campaña electoral estadounidense dijo preferir al candidato republicano y que teme que Obama muestre una mayor comprensión hacia los palestinos que sus predecesores.

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